15 días por Sri Lanka
Con este viaje quisimos hacer una
escapada diferente. Mezclando nueva cultura, naturaleza, gastronomía y surf. Y
después de mucho buscar, indagar y estudiar nos decantamos por Sri Lanka,
también conocida como “La lágrima de la India”
Tren: Huelva-Madrid
Vuelo: Madrid-Qatar
Vuelo: Qatar-Colombo
Vuelo: Madrid-Qatar
Vuelo: Qatar-Colombo
Nuestra idea principal era pasar
los primeros días por el sur, sus playas y el surf, pero a un día vista nos
dimos cuenta de que en el mes en el que íbamos era mala época para bajar al sur,
época de lluvias. Al mal tiempo buena cara y cambios de última hora 😊
21 DE JUNIO:
Aterrizamos en Negombo (aunque digan que el aeropuerto está en Colombo está en Negombo).
Lo primerito que hice fue cambiar algo de dinero y comprarme una tarjeta Airtel
(10$ y datos para toda la estancia).
Después salimos del aeropuerto, y justo en frente, cogimos el autobús que salía para Colombo. ¡Aiiiii Colombo que ciudad más caótica eres!
Después salimos del aeropuerto, y justo en frente, cogimos el autobús que salía para Colombo. ¡Aiiiii Colombo que ciudad más caótica eres!
Una vez llegamos a la capital
cogimos otro bus dirección Kandy.
¡Más ganas de llorar! 5h30min de trayecto para recorrer tan solo 120km, a eso
habría que sumarles mil paradas, mil personas que subían y bajaban – ya fueran
transeúntes o vendedores – y el único poder de ventilación que había era las
ventanas y puertas abiertas (ojo con la
seguridad) y mi súper abanico. Pero qué satisfacción cuando escuché
Kandy. No me lo terminaba de creer. Sí, estaba agotada.
Nuestro último medio de
transporte que cogeríamos (después de
un tren, el metro, dos aviones y dos autobuses) sería el tuk-tuk
para llegar a nuestro hotel: The Tourmaline Hotel.
Ducha relajante, cena en el mismo
hotel y a dormir hasta el día siguiente. No me quedaban fuerzas para descubrir
nada esa tarde.
22 DE JUNIO:
¿Os acordáis del tuk-tuk que
pillamos el día anterior? Nos pasó a buscar a las 08.00h am, para hacer de
guía, enseñarnos KANDY y sus alrededores (nos costó unas 3.000 rupias -
aprox unos 18€ todo el día):
1ºStop: en el pueblecito
de Pinnewala.
En un orfanato de elefantes. ¡Pero
qué me gusta un animalito por favor! Sí, me tiré de cabeza como la que lleva
toda la vida tratando con estas criaturitas tan pequeñas.
Os cuento algunas anécdotas: Mi elefanta se llamaba Wendy, de lo más cariñosa y coscona. Fue amor a 1ºvista. Su cuidador no daba crédito. Decía que hacía mucho mucho que no la veía así con nadie. No os cuento más; Andando súper lenta. Según el cuidador, el cual estaba enfadado porque no le echaba ni cuenta, por protegerme y cuidarme; Llegamos al río. Los chicos diciéndole que me mojara (prometo que el que estuvo antes que yo, llegó empapado) y terminó echándoles agua a todos menos a mí. Le pedí por favor que a ellos y no a mí. Nunca sabré como lo entendió y la adoro por ello; Cuando me baje le dí muchos muchos plátanos. Se me terminaron y pedí más y le di más.Se los merecía, era la mejor; Me fui corriendo a un punto para sacarles unas fotos. Después la llame y vino corriendo hacia a mí…me la hubiese traído conmigo.
Os cuento algunas anécdotas: Mi elefanta se llamaba Wendy, de lo más cariñosa y coscona. Fue amor a 1ºvista. Su cuidador no daba crédito. Decía que hacía mucho mucho que no la veía así con nadie. No os cuento más; Andando súper lenta. Según el cuidador, el cual estaba enfadado porque no le echaba ni cuenta, por protegerme y cuidarme; Llegamos al río. Los chicos diciéndole que me mojara (prometo que el que estuvo antes que yo, llegó empapado) y terminó echándoles agua a todos menos a mí. Le pedí por favor que a ellos y no a mí. Nunca sabré como lo entendió y la adoro por ello; Cuando me baje le dí muchos muchos plátanos. Se me terminaron y pedí más y le di más.Se los merecía, era la mejor; Me fui corriendo a un punto para sacarles unas fotos. Después la llame y vino corriendo hacia a mí…me la hubiese traído conmigo.
2ºStop: Spice Garden (del Gobierno y entrada gratuita). El guía, del mismo jardín,
te hace un recorrido enseñándote las diferentes plantas y los diferentes árboles que utilizan tanto
para hacer cremas y aceites de cosmética como medicinales. Si tú quieres,
después del recorrido, te muestran los diferentes productos que fabrican dándote
explicaciones y masajes al momento. En el caso de que te guste alguno de los
productos, puedes comprarlos en el herbolario que tienen en el recinto. Me moló
conocer tanta variedad de verde, plantas que ya conocía y usos que con ellas se
llevan a cabo y no tenía ni idea….
3ºStop: en el pueblecito de Pilimathalawa. Geragama Tea Factory (del Gobierno y entrada gratuita). Según nos
contaron es la fábrica de té más antigua de toda Sri Lanka. Te hacen un tour y
te explican todo el proceso de producción. Al final de este, en la planta
superior, te invitan a un té y te dan la opción de comprar.
Nos quedamos con las ganas de visitar el Royal Botanical Garden, pero empezó a
llover y no paró así que lo descartamos ya que era al aire libre.
Por último paramos rápidamente en un museo de gemas de la
zona (mirar y aprender) y de
ahí nos dejaron en el centro. Donde dimos un paseo por sus calles, compramos un
par de faldas y directos al Templo del
Diente de Buda. Un templo muy conocido, pero bajo mi punto de vista creo
que Sri Lanka tiene templos más impresionantes. Si fuese de nuevo, tan solo
andaría por su jardín y lo contemplaría desde fuera.
Salimos casi atardeciendo. Nos recogió Sana y nos dejó en el Hotel. Donde aprovechamos para tomarnos unas cervezas en la piscina y relajarnos un poco.
Salimos casi atardeciendo. Nos recogió Sana y nos dejó en el Hotel. Donde aprovechamos para tomarnos unas cervezas en la piscina y relajarnos un poco.
23 DE JUNIO:
Nos pegamos un buen homenaje como
desayuno y directos a la estación de tren de Kandy. Cogimos “El Tren” dirección Ella (el primero que es a las 08.45h am – los tickets se pueden comprar 40min antes).
Más que recomendado, y aunque el trayecto sea de 6h30min (¡Sí, va a 15km/h!) merece mucho la pena.
Consejos: viajar en 2ºclase y sentaros ahí tirados en una de
las puertas, lado derecho, de cualquier vagón. Nosotros lo conseguimos (están muy solicitadas entre el turisteo) y la vivencia visual fue espectacular: pasamos por
muchos pueblecitos, campos de té… No os olvidéis de llevar algo de abrigo.
Cuanto más nos acercamos a Ella más bajan las temperaturas.
Llegamos a ELLA al medio día-tarde. Bajamos de la estación de tren al centro andando. 5 minutos. Nos paramos en el The Chill a almorzar algo. Así a primera vista podría decir que Ella me recordó a Sierra Nevada, en el sentido de bares y ambiente.
Cuando terminamos cogimos un
tuk-tuk y directos a nuestro Hostel: Rainbow Sky Cottage. Estaba a 5min del
centro en tuk-tuk. Lo reservé en medio de la jungla con vistas a Ella Rock. He
de decir que al principio me chocó, por Booking parecía otra cosa, pero poco a
poco me fue cautivando. Me cautivó la pareja de señores mayores que regentaban
aquello y su amabilidad, me cautivó las vistas de nuestra terraza, me cautivo
la tranquilidad, me cautivó la súper rana que había en nuestro baño, me cautivó
el colegio que estaba en el recinto, me cautivaron esos desayunos con el
amanecer en nuestra terraza…..me cautivo todo.
Esa misma noche cuando me senté
al fresco, a ver las fotos y a escribir me transporté a Malawi y esa sensación
me encantó: las estrellas, la naturaleza en todo su esplendor despierta de
noche, mi libreta y mi boli…Aquellas noches mía, de Malawi y de África.
24 DE JUNIO:
Cuando terminamos con nuestro
súper desayuno con el amanecer de fondo nos pusimos rumbo a Ella Rock.
Cuando llegas a la estación de
tren vas a tener a varias personas que te indican que tires hacia la izquierda.
Ni caso, vosotros a la derecha siguiendo las vías del tren. Justo en el lado
izquierdo había una marca en una piedra (que la han
tapado con hormigón para despistar) y antes del hotel que está a la
derecha en lo alto, hay un camino que te lleva a un puente, lo cruzas y tiras
hacia el camino de izquierda que empieza a subir la montaña y ya todo recto
hacia arriba. No tiene pérdida.
Después de 3h aprox. de caminata
llegamos. Conseguimos llegar a la cima siendo nuestro premio sus impresionantes
vistas de Ella.
Aquí conocimos a una holandesa – Mía, muy muy divertida- una belga – Anne, muy graciosa y expresiva – y un
colombiano – Alex, muy prudente y
agradable. Hicimos súper equipo y nos unimos en lo que sería nuestra gran
aventura.
Nos dirigimos a la cima de la
catarata “The Rawana Falls”,
siguiendo una App muy top que tenía Mía que funcionaba sin necesidad de tener
datos (maps.me) – el punto
turístico de las cataratas es de lo más turístico y no tiene nada de especial
en comparación con nuestro descubrimiento.
Para llegar cruzamos,
literalmente, por medio de la jungla. Sorteando piedras, echando a un lado
plantas y ramas (a veces igual de altas que
nosotros)… y después de unas 2h de trayecto llegamos a parar a un
hotel de lo más característico Ravana’sSecret Hotel (parecía un hotel de memorias
de África o un Downtown Abbey indio, una pasada).
Conocimos a la dueña que no daba
crédito de cómo lo habíamos encontrado, la cual nos explicó que cuando compró
los terrenos, allá en 1990, su idea principal era la plantación de té, la cual
no pudo ser posible ya que ese área está llena de piedras blancas, las cuales
reflejan la luz del sol y terminan quemando la producción. Por lo que lo único
que le quedó fue reinventarse y convirtió aquello en un Hotel Boutique. ¡Y qué
botito! Me encantó. Almorzamos en uno de los comedores de uno de los torreones
con vistas a las montañas. Todo eso era para nosotros. Una auténtica pasada.
Después de almorzar, nos
ofrecieron la posibilidad de ir al comienzo de las cataratas, las cuales
estaban dentro de la propiedad, siendo una zona restringida y privada.
Traducido para mí: cero turistas y muy auténtico. Accedimos a los 2 primeros
niveles, aún no habían terminado de construir el acceso al tercer nivel:
1ºNivel:
Aquí fue donde nos bañamos y casi perdemos a Alex catarata abajo.
Vaya susto nos distes. Pero a pesar de esta mala experiencia – gracias a
Dios con final feliz – aún nos quedaba cuerpo para más.
Vaya susto nos distes. Pero a pesar de esta mala experiencia – gracias a
Dios con final feliz – aún nos quedaba cuerpo para más.
2ºNivel:
y la piscina natural con forma de
corazón. Sitio con mucha historia o eso
dicen.
dicen.
Mi recomendación es que si alguna
vez vais y os apetece bañaros sea en el 2ºnivel. Tiene pinta de ser menos
peligrosa (el Hotel no se responsabiliza de
nada – si te bañas bajo tu responsabilidad). Y después de lo que nos
contó el Staff más segura estoy de mi afirmación: un chico que se quedó
colgando pero tuvo suficiente fuerza para incorporase y no ir catarata abajo;
otro que se resbaló y salió disparado pero tuvo suerte de que sus dos
compañeras lo agarraran de los pies…
Para terminar nuestro día nos
vino a buscar el Chofer personal de Alex y nos dejó en el centro, donde nos
quedamos todos a tomar unas cervezas para celebrar nuestro encuentro y nuestro
día lleno de aventura y anécdotas. Me dio pena despedirme, cada uno tomaríamos
un rumbo.
25 DE JUNIO:
Volvimos a ver nuestro amanecer
desayunando en nuestra terraza. Seguimos haciendo las maletas ya que
cambiaríamos de destino y mi sorpresa fue cuando a las 07.00h am empecé a
escuchar música por los altavoces del cole. Fui corriendo a ver esa entrada de
niños y descubrí que eran ellos mismos quienes cantaban, todos tan tímidos,
amables y guapísimos con su uniforme. Volví a transpórtame a Malawi.
Organizamos un taxi compartido
por 5 personas para evitarnos el largo e incómodo trayecto de ir en autobús,
tardando mil horas y parando cada 10 mtos. Pasé casi las 3h que duró el viaje
durmiendo hasta que Ale me avisó de que estábamos llegando, llegando a ARUGAM BAY.
Zona de costa y surf por excelencia.
Hicimos el check-in y con ganas
de playa fuimos a la calle principal hasta que dimos con la tienda, después de
recorrernos todas las que había de alquiler de tablas, nos decantamos por “BananaShop” (nos costó unas 600 rupias al día).
Nos fuimos a Peanout Farm Beach (1.000 rupies ida y vuelta – para principiantes, mil
personas en el agua y ojo con la piedra).
Almorzamos en el chiringuito que hay – más que recomendable – unos noodles buenísimos.

Entre respiro y respiro me
percaté de que al lado mía estaba un local, Chutta, y de repente me vi envuelta
en una conversación de lo más interesante sobre el mundo y sus cosas. Un poco
de filosofía al año no hace daño. Es una persona que me dio muy buen rollo. Se
lo presenté a Ale y quedamos con él al día siguiente, nos acompañaría a
inspeccionar la zona.
Esta noche cenamos en el Bambini’s Café. La comida ni fu ni fa,
pero nos ganó el corazón la locura y la simpatía del dueño y esos postres tan
buenísimos que tenían. Fueron los culpables de mi adicción al Rotti de Nutella.
Al irnos nos regaló como unos 20 plátanos para que al día siguiente
desayunáramos y cogiéramos mucha fuerza para afrontar otro gran día de surf.
26 DE JUNIO:
Nos levantamos bien temprano,
cogimos otro tuk-tuk y nos fuimos de nuevo a Penaut Farm, pero esta vez en
vez de quedarnos donde todo el mundo fuimos a la de al lado. Os explico:
cuando llegáis veis el chiringuito y la
playa con la roca, al lado derecho de la roca hay un camino que te lleva a otra
mini playa – sólo pueden acceder turistas, no locales y casi no hay nadie ya
que es para un nivel intermedio y hay que tener mucho cuidado con el reef.
También veréis carteles con
acceso restringido. Justo detrás de esta playa – colindando – se encuentra la
Base de La Marina, que se creó con el objetivo de proteger a la población
después de esa gran guerra civil.
Sobre las 14.00h nos recogería
Chutta para ir al Kudumbigala Monastery:
un templo budista que se encuentra en lo alto de una roca gigante y cuenta con
unas vistas de 360º. Una localización inmejorable y unas vistas sobre el Parque
Nacional Kumana, y de fondo el mar.
Anécdota de esta excursión: Para
llegar había que cruzar el Kumana
National Park por lo que hicimos un mini-safari en tuk-tuk hasta llegar al
templo. Vimos: búfalos, cocodrilos, diferentes tipos de aves, monos… Y entonces
vimos un elefante. Por supuesto pedí que paráramos y sin decir palabra me fui
corriendo hacia él. Sólo quería abrazarlo. Hasta que me pegaron dos voces de que parara ya que podía asustarlo y que el animal, a modo defensa,
saliera corriendo hacia mí. Me conformé con estar a medio camino. También hice una
parada al estilo cuando vimos un par de cocodrilos tomando el sol en unas
rocas. Me tenía que acercar lo máximo posible. Aunque he de confesaros que
estos animalitos me imponen más respeto y tenía que estar súper atenta por si
salía algún felino o un elefante.
Para entrar las mujeres teníamos
que ir con falda larga y los hombros cubiertos. En cuanto a ellos, con un
pantalón o bermudas a media rodilla. La entrada era gratuita.
El trayecto hasta la cima fue
andando. Primero un caminito y después había que subir escalones, tallados en
la misma roca, hasta el final. Mi consejo es que os llevéis unos calcetines. No
sabéis como quema la dichosa piedra después de estar todo el día dándole el
sol. El esfuerzo mereció la pena.
En esta excursión conocimos al
primo de Chutta: Dulhip. Todavía no
lo sabíamos, pero sería nuestro “Best friend/brother” el resto de nuestra
estancia en ArugamBay.
Del Templo nos fuimos a surfear a
una playa cercana conocida como Okanda Beach.
(no muy apto para principiantes, olas con fuerza y
mucha corriente) Absolutamente nadie, virgen. Era para
nosotros. Un paraíso. Echamos el resto de la tarde.
Por la noche quedamos en el Leaf & Wine (al lado de la tienda Excellent Shop) con
Dulip y Chutta para tomar unas cervezas.
27 DE JUNIO:
¿Adivináis a donde fuimos bien
temprano? Sí exacto, a Penaut Farm – a la
zona del reef. Estuvimos toda la mañana hasta las 14.00h ya que habíamos
quedado con Dulhip en su tienda (Excellent
Shop – venden ropa handmade por la hermana y la madre; su hermano/profesional
del surf - Lesithe Prabath - y él grandes profesores de surf y guías para safaris; y a su padre lo
encontrareis llevando las ventas y las cuentas).
Comimos algo rápido y pusimos
rumbo a conocer una nueva playa surfera: Whiskey Point.
Tiene un chiringuito de lo más acogedor y la playa no podría ser más bonita. El
único “pero” que le vi fue la gran masificación en el agua de principiantes –
que ni saben ni entienden de reglas.
Muy cerca de esta tenéis otro
punto para el surf: Elephant Rock
Point.
Esta noche fuimos todos a cenar a
una pizzería muy cuqui que se llama Sea HorseInn, más que recomendable. Y para terminar la velada tomamos unos
cocktails con los pies en la arena.
28 DE JUNIO:
Dulhip me terminó convenciendo y
nos fuimos a Panama Beach (súper bonita, ideal para principiantes y un nivel más
– ya que al fondo sale otra olilla con otra personalidad). Dulhip
fue mi profe durante una hora. Me explicó todo lo necesario para entender la
tabla y que me fuera entendiendo con el mar y ésta. Me puse de pie a la
primera. Con eso os digo todo😊. Cogí vicio y así me pase unas cuantas horas.
La tarde la pasamos en Okanda. Los chicos surfeando y yo
tomando el sol y pegándome algún que otro baño.
Esta noche decidimos que sería
nuestra. Descubrimos el Surf&Sun
un sitio precioso, algo caro en comparación con los precios de ahí, y cenamos
súper bien. Súper recomendado.
29 DE JUNIO:
Nuestro tuck-tuck nos esperaba a
las 7.00h para llevarnos a POLONNAWARA: es una de las antiguas capitales
de Sri Lanka. Fue la sede de los reyes cingaleses desde el S.XI hasta el
S.XIII. Declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1982.
Aquí pasamos toda la mañana hasta
el medio-día visitándola. Para poder pasar a los diferentes recintos hay que ir
hasta el museo dónde se compra el ticket. No te dan la opción de elegir. Tienes
que comprar el único bono que incluye todo lo visitable en esta ciudad.
Nosotros ya que lo habíamos pagado todo lo visitamos todo, entre ello: La antigua ciudad de Polonnaruva, las estupas y las estatuas de Buda, el Gal Vihara.... Todo merece mucho la pena. Cuando llegamos a ver el Gal Vihara me quedé anonada con un grupo rezándole a Buda:
Nosotros ya que lo habíamos pagado todo lo visitamos todo, entre ello: La antigua ciudad de Polonnaruva, las estupas y las estatuas de Buda, el Gal Vihara.... Todo merece mucho la pena. Cuando llegamos a ver el Gal Vihara me quedé anonada con un grupo rezándole a Buda:
Cuando terminamos pusimos rumbo a
SIGIRIYA.
Buscamos un hostel donde hospedarnos. Finalmente nos decantamos por Kashyapa Kingdom (8$ los dos habitación y baño
privado) – tiene una cabaña mirador frente por frente a la famosa
Sigiriya Rock. Después de acomodarnos dimos un paseo e hicimos una merienda
cena no me acuerdo donde, volviendo temprano ya que al día siguiente nos
esperaba otro gran día.
30 DE JUNIO:
A quien madruga Dios le ayuda.
Nada más lejos de la verdad. Organizamos nuestro día de forma que nos diera
tiempo a ver Dambulla y volver a Sigiriya. A las 6.00h am, como un reloj,
estaba nuestro tuk-tuk en la puerta para llevarnos a DAMBULLA (a 10km de Sigiriya).
La primera parada la hicimos en
el Templo de Oro. Conocido por su
gran Buda de Oro. Fuimos los primeros en entrar por la puerta así que la visita
fue de lo más cómoda.
La segunda y última parada la
haríamos en “Dambulla Cave Temple” (Patrimonio de la Humanidad desde 1991).
Creo que éste podría ser uno de mis templos favoritos de Sri Lanka. Es un
complejo de cuevas con templos pudiendo ver en ellas pinturas y estatuas
relacionadas con Buda y su vida. Hay total de 153 estatuas de Buda, 3
estatuas de reyes srilanqueses y 4 estatuas de dioses y
diosas. Las últimas 4 son estatuas de dioses hinduistas, dios Visnú y dios Ganesha. Los murales, cubren un área de 2100 metros cuadrados.
Las pinturas sobre las paredes de las cuevas incluyen la tentación de Buda por
el demonio Mara y el primer sermón de Buda.
Aún estaba cerrada la entrada al
público cuando llegamos. Fuimos los primeros en subir, ojo con los monos, y
esto nos dio la posibilidad de poder disfrutarlo a solas, sin distracciones.
Para mí fue impresionante tener esta posibilidad. Los dos allí solos, dentro de
la cuevas con todos los Budas mirándonos, observándonos.
1ºCueva: Cueva del Rey Divino: está dominada
por la estatua de 14 metros de Buda, labrada en la roca. A sus pies está
el alumno favorito de Buda, Ananda; a su cabeza, Visnú, que se dice que usó sus poderes divinos para crear las
cuevas.
2ºCueva: Cueva de los Grandes Reyes: cuenta con 16
estatuas en pie y 40 sentados de Buda; los dioses Saman y Visnú - quienes
son visitados por los peregrinos, los cuales a menudo decoran con guirnaldas;
las estatuas del rey Vattagamani Abhaya. Esta cueva también cuenta
con una dagoba y un manantial que gotea agua - se dice que tiene poderes curativos. Y no nos podemos olvidar de las distintivas
pinturas al temple en el techo de la cueva que se remontan al siglo XVIII,
representando escenas de la vida de Buda, desde el sueño de Mahamaya a la
tentación del demonio Mara. Otras pinturas representan eventos importantes de la
historia del país.
3ºCueva: Gran Monasterio Nuevo: adquirió las
pinturas en techo y paredes en el típico estilo Kandy durante el reinado del rey Kirti Sri Rajasinha (1747–1782), el famoso renacentista budista. Además de
50 estatuas de Buda, hay también una estatua del rey.
Sobre las 10.00h am estábamos de
vuelta en SIGIRIYA.
Hicimos el check-out y dejamos allí las mochilas y nos fuimos andando a Pirudangala Rock.
Nos decantamos por Pirudangala
Rock en vez de por Sigiriya Rock por varios motivos: hay menor número de
turistas ya que la más famosa de las dos rocas es Sigiriya Rock; por el precio
de entrada; por todo lo que leí antes de ir y lo que nos íbamos a encontrar por
el camino; y porque prefería ver Sigiriya Rock desde Pirudangala Rock.
Me pareció fascinante. Nada más comprar el ticket nos topamos con un el Pirudangala Royal Cave Temple (construido por el Rey Kashyapa en el S.V ac).
Me pareció fascinante. Nada más comprar el ticket nos topamos con un el Pirudangala Royal Cave Temple (construido por el Rey Kashyapa en el S.V ac).
Cuando llevábamos unos 20 min de subida nos encontramos con un súper Buda Reclinado (el buda reclinado más antiguo de Asia, o eso dicen).

Las vistas fueron espectaculares.
Justo en frente teníamos la famosa Sigiriya Rock. Aquí nos quedamos un rato
sentados e hicimos algunas fotos. Nos dimos cuenta de que se podía subir un
poco más y eso hicimos. Teniendo unas vistas de 360º de los alrededores.
La vuelta la hicimos de la misma
manera, andando. Haciendo un alto antes de llegar al hostel para almorzar.
Decidimos que pasaríamos nuestros últimos días en Arugam Bay. Nos hubiera gustado
visitar más cosas, como Tricomalee & Pigeon Island o el sur,
pero siempre que quieres desplazarte pierdes casi un día. Por lo que tomamos
esa decisión. También queríamos relajarnos y seguir con el surf y dejarnos de
tanto transporte.
Nuestro tuk-tuk nos pasaría a
recoger a eso de las 14.00h. Nos dijo que el camino de vuelta sería diferente
al de ida. Cruzamos el Bosque de
Dambulla, pasando por un lago enorme y súper bonito, unos caminos lleno de
flora y fauna espectaculares, topándonos con elefantes por el camino… Fue todo
un acierto y descubrimiento. Creo que junto con el desplazamiento de Kandy a Ella
en tren de los trayectos más bonitos que hicimos.
1-2-3 DE JULIO:
Durante estos 3 días disfrutamos
de ArugamBay y sus playas, de su gastronomía y nuestros sitios favoritos.
Hicimos surf, nuevos amigos, tomamos el sol y me harté de rottis con nutella. ¿Qué
más podíamos pedir?
También coincidió que era la “FULL
MOON” – vimos muchísima gente venir a modo de peregrinación. Como un camino de
Santiago o un camino al Rocio.
4 DE JULIO:
Nuestro último día en ArugamBay. Aprovechamos la mañana para hacer surf. Fuimos a Penaut Farm y a Panama Beach.
Al medio día nos vinimos para almorzar
en el Leaf&Wine y pasar nuestros últimos momentos por la playa de Baby Point y Main
Point, relajándonos y pegándonos algún que otro chapuzón.
A las 16.00h habíamos quedado con Dulhip en su tienda, Excellent Shop, el cual se ofreció a llevarnos a Negombo, aunque hasta las 17.45 no salimos. En dos horas llegamos a Kandy. No os quiero ni contar como fue el camino de vuelta. No he visto a nadie que tenga que utilizar tantas veces los frenos y el freno de mano, qué mareo. Y esas curvas derrapando…Cuando pusimos rumbo Kandy – Negombo a unos 20km el coche, como era de esperar, empezó a echar humo, mucho humo. Lo aparcamos en una gasolinera y esperamos a que viniera un taxi a por nosotros. Y entonces llegamos a nuestro Hotel. Un hotel súper cuqui con piscina.
5 DE JULIO:
Nos despertamos en Negombo.
Desayunamos y fuimos a conocer un poco esta ciudad. Bajamos hasta la playa. Una
playa amplia pero súper sucia. ¡Qué pena! Nos recorrimos la calle de las
tiendas y ultimamos algunas compras.
El resto del día lo pasamos en la
piscina del hotel hasta que nuestro tuk-tuk viniera a por nosotros para
llevarnos al aeropuerto. No quería irme. Quería quedarme en Sri Lanka una gran
temporada. Amenazo con volver ^^.
NOTAS:
VACUNAS: cogimos cita con Sanidad Exterior
y nos indicaron cuales serían las necesarias. No nos las pusimos todas ya que
aún nos hacían efectos las que nos pusimos cuando fuimos a África.
TIEMPO: depende de la época. Consultar
antes de viajar.
DINERO: nosotros lo cambiamos directamente
allí. Para pasarlo a euros hacíamos lo siguiente:
1000 rupias = 1000 pesetas = 6€
1000 rupias = 1000 pesetas = 6€
TRANSPORTE: lo fuimos cogiendo y decidiendo
sobre la marcha. Que no os de ninguna pereza negociar.
ESTANCIA: a excepción de las dos primeras
noches, lo demás lo fuimos buscando y viendo en función de dónde habíamos
decidido ir. Menciono algunos a lo largo del post.
TEXTO Y FOTOS BY Marina Rosillo Otaño
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