Rusia: Moscow & San Petersburgo
Rusia, fue la primera palabra que
escuché al descolgar el teléfono. ¿Rusia? ¿Rusia? Sí, nos vamos en Julio.
La alegría de saber que el 19 de
Julio aterrizaríamos en el lugar del Vodka por excelencia. No me mal
interpreten, no por el vodka sino por la posibilidad de conocer una cultura
nueva, su gente, su día a día, sus costumbres, sus construcciones, sus calles…
19 DE JULIO:
Llegamos por la tarde noche y
cansados del viaje. Aunque en vez de quedarnos en el Hotel salimos a
encontrarnos con la noche de Moscow. A tomar unas cervezas y picotear algo.
Algo que me llamó mucho la atención
es que todas las obras que había alrededor estaban todas en funcionamiento.
Claro, tiene su lógica: las temperaturas el resto del año, sobre todo en
invierno, no permiten llevarlas a cabo. Así que por lo visto, las obras con la
buena temperatura y en verano no tienen descanso, es un “nonstop” las 24 horas
del día.
20 DE JULIO:
Para aprovechar lo que sería nuestra
primera toma de contacto con Moscú madrugamos, desayunamos y nos pusimos de
camino a la Plaza Roja. Fuimos andando ya que nuestro Hotel estaba muy bien
ubicado.
Para llegar pasamos por el “Luzhkov Bridge” o como yo lo bauticé
“puente del amor”, lleno de candados en representación de la unión y el amor.
Al otro lado del puente nos esperaba el parque
Bolotnaya y su monumento Repin
y, el que más me impactó, monumento “Children of the
Victims of adults’ vices” por Mihail Chemiakin.
Una vez llegamos a la Plaza Roja visitamos: la Catedral de San Basilio, la Catedral de Kazan, el Museo
de Historia y el Mausoleo de Lenin.
Dejamos de visitar el Kremlin ya que había una cola enorme y decidimos que lo
veríamos a lo largo de otra mañana. Dicen que esta plaza de noche es una
maravilla.
Por la tarde, y debido al tiempo,
nos adentramos a descubrir el metro,
también conocido como palacio
subterráneo – palacio del pueblo. Creo que debería de ser visita
obligada. Cada estación tiene una decoración diferente (mármol, vidrieras, esculturas, porcelana…) dónde perderse a observar y disfrutar de cada
detalle, de cada trocito de arte que este metro nos ofrece.
A la vuelta, camino y muy cerca del
Hotel, descubrimos la calle “ul.
Pyatnitskaya”, lleno de restaurantes y bares, bien para almorzar, cenar o
echar unas cerves / vodka. Una calle con un ambiente muy agradable. Así que
decidimos que iríamos al hotel a pegarnos una ducha y volveríamos a esa calle
para cenar. Acertamos de lleno. Cenamos en el Home Cafe Comida local y más que recomendado.
Nada más llegar al hotel soltamos
las cosas y un grupito de 5, con muchas ganas de seguir descubriendo, nos
fuimos al Muzeon Park of Arts. Un
museo al aire libre lleno de esculturas que se encuentra muy cerca del Hotel
donde nos hospedamos, en la orilla del Río Moskova y con vistas a la Escultura de Pedro
el Grande. Además, en él encontraréis el Tretyakov
Gallery. Un parque-museo muy agradable para pasear y charlar.
21 DE JULIO:
Viendo el
volumen de gente del día anterior en la Plaza Roja nos levantamos temprano y
pusimos rumbo a visitar el Kremlin. Esta vez cogimos por otra ruta, pasando por
delante de la Biblioteca del Estado Ruso
(¡Una
maravilla!) hasta llegar
a la entrada del Kremlin. ¿Y cuál es nuestra sorpresa? Ese día estaba cerrado. Pero
no pasa nada, ya la veríamos otro día. Y como somos un grupo con recursos
tomamos el metro y nos fuimos lejos del centro.
Llegamos al Izmaylovsky Market. Me pareció que nos
íbamos a adentrar en un palacio de Disney cutre mezclado con una película de
miedo. Pero no. Lo que veíamos era como un parque de atracciones abandonado y
justo delante, en unos puestos de madera, encontramos el mercadillo. Bueno, me
hubiera pasado allí toda la mañana y toda la tarde, regateando y comprando pero
había más cosas que ver por Moscú.
Os súper recomiendo ir a este mercadillo. Aquí podréis
encontrar: artículos típicos, artículos de regalo como las matrioskas, pieles
–muy baratas- de todo tipo (Visón, Zorro, Conejo…) y en todas sus formas (Abrigos, chaquetas, gorros…), objetos antiguos como cámaras u objetos relacionados con la guerra…Y por
supuesto mil veces más barato que en cualquier zona céntrica de Moscú. Si
alguien va que me avise que le hago un encargo ^^
Después de
tanta compra nos fuimos a andar y a visitar la Calle Arbat, una de las calles peatonales más significativas de
Moscú, donde podemos encontrar: la Iglesia de San
Simeón, el teatro Vajtágov,
la casa rentable de Fijátova -
la más alta del barrio, la casa-museo de
Pushkin, la estatua de la
princesa Turandot…etc. Además de todo esto, si os apetece podéis
seguir de tiendas o podéis sentaros a relajaros y reponer fuerzas en sus
restaurantes.
Nosotros
decidimos sentarnos -el único que tenía hueco para
nuestro grupazo- en el Café Mu-Mu. Personalmente, No
me gustó nada. No os lo recomiendo. Lo reconoceréis por la vaca. Es un
establecimiento buffet-comida rápida y típica de allí. Eso sí, muy barato.
Nuestra
siguiente parada sería en la gran Catedral
de Cristo Salvador o también conocido como Templo Catedralicio del Cristo Salvador. ¡Una maravilla para la
vista! Ni que decir que tenéis que hacer parada y disfrutar de ella. Además, se
encuentra a orillas del río Moskova, imaginaros una puesta de sol allí.
De allí me
fui directa al Hotel con ganas de pegarme una súper ducha y poner los pies un
rato en alto. En este momento decidí que ya estaba bien de visitas ese día, así
que quedamos unos cuantos y nos fuimos a la Terraza Bar Strelka. Una
terraza maravillosa situada encima del río Moskova y con vistas a la Catedral
de Cristo, donde hicimos un picoteo de merienda, tomamos unos cocktails y
echamos unas risas.
Nota: justo al lado de esta terraza hay una sala de
fiesta que suelen traer Djs internacionales. Yo me quedé con las ganas, ya que
todo el mundo estaba muy cansado y no era plan de ir yo sola frente a tanto
ruso y tanto vodka. Os dejo el nombre por si queréis investigar: BESSONNIZA
Esa noche
elegimos el restaurante Bjorn de cocina nórdica - Me encantó. Otro sitio más que
recomendadísimo.
22 DE JULIO:
Dicen que a
la tercera va la vencida y así fue. Entramos en el Kremlin y visitamos todo el conjunto monumental. Para que cada uno
fuera a su ritmo y parándose más o menos tiempo donde le apeteciese acordamos
una hora y punto de encuentro.
En mi caso,
tarde menos tiempo que nadie así que me dispuse a andar y a descubrir las calles
de Moscú, los alrededores de la Plaza Roja, callejeando y sin mapa. Tuve la
suerte de que mi orientación no me falló, y me lo pasé pipa ^^
Anécdota de lo más interesante – descubriendo sitios: Cuando venía de vuelta me topé con mi compi Cristina y nos pusimos a andar,
para matar esos 20 minutos que nos quedaban, por la calle Nikolskaya – si
estamos en la Plaza Roja y miramos el GUM de frente la calle de la izquierda.
Al andar en línea recta me percaté que en el lado izquierdo había como una
entrada a un patio de vecinos – no se deciros – y pasamos a investigar y ¡vaya
hallazgo! Tal como entras a la derecha hay una pequeña puerta de un sitio de
culto y rezo – creo que ortodoxa, sin turistas y sólo gente local. Quisimos
entrar y nos dejaron pero como íbamos con pantalones (eran largos) nos dieron una especie de pareo a modo falda y otro pañuelo para cubrir
nuestro pelo. Mereció la pena.
Después de
nuestro descubrimiento fuimos al punto de encuentro y todos con el estómago
vacío fuimos a almorzar al Bon App Cafe un restaurante que se encuentra nada más entrar en el
centro comercial Nautilus. Recomendado.
Una vez terminamos
vimos que estábamos atrapados por la lluvia y como no escampaba cogimos un taxi
de vuelta al hotel. La parte de la tarde que nos quedaba la dedicamos a
organizar maletas y descansar. Al día siguiente saldríamos muy temprano
dirección San Petersburgo. Cenamos en el Hotel.
23 DE JULIO:
¡A levantarse! ¡A levantarse! ¡Nos
vamos a la Venecia rusa: San Petersburgo!
Transfer Hotel
Moscow-Estación de tren.
Tren Moscow- San Petersburgo.
Tren Moscow- San Petersburgo.
Y al fin
llegamos. Llegamos a San Petersburgo. Llegamos a nuestro Hotel. Hicimos el
check-in, subimos a la habitación a dejar las cosas y a la calle. ¡Pero qué
bien ubicados que estábamos!
Nada más salir
fuimos a descubrir la principal avenida de la ciudad: Avenida Nevsky. Una avenida llena de contrastes entre el mundo
moderno y el antiguo, repleta de hoteles, bares, restaurantes, tiendas, puentes
y canales, palacios y, sobre todo, llena de lugares históricos e historia. En
ella podemos descubrir: el Palacio Stroganov,
la Catedral de Kazán, la Casa de los Libros (tiene 3 plantas dedicadas a los
libros, las postales, mapas… Y cuenta en su planta baja
con el famoso Café
Singer – por
cierto venden un té verde de jazmín en bolitas súper bueno), el edificio de art nouveau Eloséiev
Emporium, el Cine Aurora
(cuenta con
un interior histórico y podría decirse que es como un museo del cine), la Iglesia de Santa
Catalina y sus artistas
callejeros que se reúnen frente a ella, la Iglesia
Armenia, el Palacio Anichkov…y
un largo etc
Después de
andar, ver y disfrutar por esta gran avenida volvimos al hotel a pegarnos una
duchita rápida ya que teníamos una cita en el Teatro Mariinski para ver “Carmina Burana”. Yo os recomendaría ir con tiempo y subir al “rooftop” de la
última planta para poder observar esta gran ciudad.
Al salir
buscamos un sitio para cenar terminando así nuestro día. Dimos con un
restaurante de lo más cuqui llamado Gosti – más que recomendado.
24 DE JULIO:
La primera
parada nos llevaría toda la mañana: El museo Hermitage (os recomendaría comprar las entradas por internet para evitaros las colas
que se forman). Un museo
para morir por sobredosis de arte. De hecho se considera uno de los museos más
famosos y grandes del mundo, ya que expone unos 3 millones de obras de arte
repartidas en 400 salas, siendo una de las colecciones de arte más
impresionantes del mundo procedentes de Europa, de Oriente, de la Grecia
clásica, de Roma, de Egipto…pudiéndonos perder entre los inmensos jarrones de
jaspe, malaquita y lapislázuli, entre los sarcófagos y las obras del Greco, de
Murillo, de Leonardo, de Rafael, de Rembrandt...
Como grupo
acordamos una hora y sitio de encuentro para después irnos a almorzar y seguir
con nuestra ruta de visita. Yo decidí que recorrería el museo sola, y así lo hice. Sorteando a la gente me perdí por
sus inmersas habitaciones llenas de diferentes estilos, recorrí sus largos pasillos
y me detuve en todo aquello que me llamaba la atención. Para mí fue demasiado.
Demasiadas cosas para ver y admirar, pero sobre todo la cantidad de personas por
metro cuadrado que allí se concentran. Eso era un tsunami de gente.
Miré el
reloj y vi que aún quedaba más de una hora y media para nuestro encuentro grupal
así que llamé a mi madre para decirle que salía del museo y que me iba a
recorrer y descubrir los alrededores del Hermitage. Nos veríamos a la hora
acordada.

Esa noche
estaba tan cansada que decidí que no iría a cenar. Me fui a un desavío que
tenía cerca del hotel y compré algo para picotear. Me quedé sin compi de
habitación y me pegué un súper baño relajante con sales. También es necesario
descansar.
25 DE JULIO:
Pasamos la
mañana en la Isla Zayachy, situada
en el Río Neva, deambulando por la Fortaleza de San Pedro y San Pablo. En
ella visitamos: la Catedral de San
Pedro y San Pablo (donde se encuentran las tumbas de los zares rusos de la dinastía de los
Romanov), la Casa
del Comandante (se encuentra una interesantísima exposición dedicada a la historia de San
Petersburgo – Y tienen una colección de cámaras antiguas-analógicas que me
muero de la envida.Qué bonitas son. Las quiero todas ^^), el Museo-Cárcel
Trubetskoy (acogiendo en sus celdas a célebres personajes como Trotski, Dostoievski o
Bakunin – El frío que pasarían con esos muros de piedra en pleno invierno) y por último un paseo por su pequeña
playa con preciosas vistas al otro lado del Rio Neva. En esta playa
existe un pequeño embarcadero donde pequeños barcos turísticos atracan para
ofrecer una ruta por los canales de esta ciudad de Zares. Nosotros, en vez de
volvernos andando, optamos por esta opción como vuelta. Negociamos tarifa de
grupo y el sitio donde queríamos atracar.
Después de
una mañana tan ajetreada buscamos un sitio para almorzar y dimos con un sitio
magnifico: Arka Bar & Grill Recomendado. Salimos muy contentos.
Por la tarde
recorrimos calles, descubriendo detalles, edificios, centros comerciales fuera
del núcleo turístico, ultimando compras y haciendo maletas.

Vuelo San
Petersburgo-Frankfurt.
Vuelo Frankfurt-Sevilla.
Coche Sevilla-Huelva.
Vuelo Frankfurt-Sevilla.
Coche Sevilla-Huelva.
NOTAS:
VISA: es lo que más tiempo puede llevarnos. El coste que nos supuso el visado y la mensajería fue de unos 69 € por persona.
VACUNAS: no hizo falta que nos pusiéramos ninguna. Consultar antes de viajar por si algo ha cambiado.
TIEMPO: depende de la época. Consultar antes de viajar.
DINERO: hubo personas del grupo que lo cambiaron antes de viajar y otros directamente allí. En este caso, el cambio les salió mejor a las personas que lo cambiaron directamente en una casa de cambio de Moscú / San Peter – no en el aeropuerto. De todas maneras consultar a cuanto está la divisa antes de viajar.
TAXI: mucho cuidado con las estafas. Si queréis desplazaros del aeropuerto al Hotel creo que es mucho mejor que contratéis transfer. Nosotros lo hicimos, antes de viajar, a través de Kiwi-Taxi - No os asustéis si no hablan ningún otro idioma que no sea el ruso.
METRO: más que recomendado si queréis moveros de un punto a otro. Como nota informativa a tener en cuenta para una mejor orientación: la megafonía indica a los viajeros el sentido en que viaja el tren utilizando voces masculinas cuando avanzan en el sentido de las agujas del reloj, y voces femeninas cuando va en sentido anti-horario. En las líneas radiales, se utilizan voces masculinas cuando los trenes se acercan al centro de la ciudad, y voces femeninas cuando se alejan.
El tren que nosotros cogimos NO es el flecha roja, ese es el antiguo-el clásico que dura mil horas y duermes en el tren. Nosotros cogimos el tren que se llama Sapsán -el moderno-el de alta velocidad, el AVE ruso
Texto y fotos by Marina Rosillo Otaño
Twitter:
@MarinaRosillo
Instagram: @marroota
Instagram: @marroota
Agradecer a Alfonso Serrano la fabulosa organización
del viaje. Eres un Crack.
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