Portugal: Sintra, Oporto, Aveiro, Fátima y Peniche



A tres días vista nos planteamos nuestra escapada de verano. La opción más cómoda para este viaje y el mes de Julio sería el coche. Barajando nuestras opciones nos decantamos por nuestra querida Portugal. De forma que pudiéramos hacer turismo en todas sus vertientes: cultural, gastronómico, de ocio, naturaleza y surf.
Salida desde Punta Umbría (Huelva) un 24 de Julio dirección el Norte de Portugal, concretamente: 38°48′03″ N 9°22′41″ O ¿Adivináis nuestra primera parada?

LUNES 24:
Nos levantamos temprano, desayunamos, metimos todo lo necesario en el coche y fuimos al pueblo a hacer unas compras necesarias para la duración del trayecto: fruta, agua y un palo “selfie” (Sí, muy necesario este último😂). Acto seguido “Viento en popa y a toda vela”.
Nos llevamos 3h 30min de risas, charlas, cantes y bailes hasta llegar a destino, pasando de largo Lisboa (estuvimos en Octubre) y adentrándonos en SINTRA (Patrimonio de la Humanidad)
“Verde que te quiero verde” podría ser perfectamente el slogan de esta localidad. Es como meterte de lleno en un cuento, entre colinas, rodeada y cubierta por pinos y frondosos bosques de la Serra de Sintra. A esto habría que añadirle sus palacios, sus extravagantes residencias y jardines…los cuales le dan ese aire pintoresco y de fábula a este precioso lugar.
Nada más llegar dimos más vueltas que un trompo hasta localizar nuestro Hostel. ¡Qué de tráfico! ¡Qué de gente! Nos registramos, subimos maletas y a la calle. Nos fuimos directos a ver el Palacio Nacional (de estilo gótico. Por lo visto fue la residencia favorita de la nobleza entre los S.XV y S.XIX), el casco antiguo y pasear entre las callejuelas empedradas.
Por la tarde decidimos visitar la historia, los secretos y los misterios que esconde la Quinta da Regaleira (del S.XX con estilos románticos, manuelinos, neogóticos y mitológicos), caracterizada por sus místicos y elaborados jardines (los cuales incluyen túneles secretos que conectan unas zonas con otras), murallas de piedras, torres góticas, una capilla, el palacio, el famoso pozo de iniciación, un invernadero (dicen las malas lenguas que Carvalho Monteiro lo utilizaba para la plantación de plantas poco comunes y de uso “prohibitivo”), sus cascadas escondidas, sus fuentes (la más conocida: Fuente de la Abundancia) y muchos elementos relacionado con los Masones (por ejemplo: la Cruz de la Orden de Cristo).

Antes del anochecer y antes de que cayera el sol seguimos con nuestras caminatas por los alrededores hacia un punto alto para ver el atardecer con Sintra a nuestros pies. Al terminar nuestro paseo anduvimos dirección a nuestro hotel, haciendo un alto en el camino para picar y cenar algo en la Plaça República. Y de ahí directos a dormir, ya que al día siguiente nos levantaríamos temprano para terminar de conocer Sintra y seguir nuestra ruta hacia el Norte.




MARTES 25 - Mañana:
Nuestra primera parada mañanera sería en un cuento de hadas en pleno corazón de los parques de Sintra. Concretamente en el Palacio da Pena (una de las principales residencias de la familia real portuguesa - del S.XIX de estilo romántico y con referencias arquitectónicas de influencia manuelina y morisca. Y desde 1995 Patrimonio de la Humanidad).
Al ser de los primeros en llegar no tuvimos que esperar para entrar. Muy recomendado que lleguéis a primera hora, no por la cola sino por el número de personas que se llegan a concentrar dentro de palacio.
Nada más entrar tenéis dos opciones: coger un mini bus que te deja en la puerta del palacio, y así os evitáis la caminata cuesta arriba, o andando. Nosotros decidimos ir a pie con el aire fresco de la mañana.
El palacio tiene mil detalles que observar: desde sus torres góticas a su mobiliario barroco, los miles de azulejos que hay tanto en el exterior como en las habitaciones, la terraza del Tritón, el Patio de los Arcos (vistas mar y montaña) y un largo etc…

Mirador de la Cruz Alta

Una vez finalizada la visita cultural nos adentramos en su majestuoso jardín (de estilo romántico con más de 500 especies arbóreas procedentes de todo el mundo) y tras unos 20 minutos llegamos al Mirador de la Cruz Alta, donde se obtienen las mejores vistas del Palacio y de los alrededores.
Nuestra segunda parada mañanera, muy cerca del Palacio da Pena (si habéis conseguido aparcar el coche ni lo mováis, id andando), sería el Castelo dos Mouros o Castillo de los Moros. Una fortificación militar en ruinas del S.X construida por las poblaciones musulmanas que ocuparon la Península Ibérica. Debe haber funcionado como atalaya de control de la costa atlántica y de los territorios al norte, desempeñando la función de puesto avanzado de la ciudad de Lisboa.



Después de toda la mañana subiendo y bajando cuestas y peldaños nos sentamos un rato a reponer fuerzas para seguir con nuestra marcha. Nos esperaban 2h 55min de coche hasta llegar a nuestro siguiente destino.

MARTES 25 - Tarde:
Llegamos. Llegamos a OPORTO. Nos bajamos del coche, estiramos y volvimos a estirar las piernas, nos acomodamos en lo que sería nuestro piso durante los próximos 3 días y nos fuimos a la calle. Tened en cuenta que Oporto es una ciudad que tiene tanto para ofrecer y enseñar que lo único que puedo deciros es que la disfrutéis y que os dejéis llevar por sus calles, su encanto, sus artistas callejeros…
Empezamos a andar encontrándonos con la Iglesia de Trindade (S.XIX). A continuación bajamos la famosa Avenida Dos Aliados (repleta de edificios “art nouveau” del S.XX), topándonos primero con el Ayuntamiento o Paços do Concelho (delante de este edificio hay una estatua del poeta Almeida Garrett obra de 1954 del escultor Barata Feio), hasta llegar al final, a la Plaça da Liberdade y su Estatua de Pedro IV. A dos pasos de esta se encuentra la Iglesia de San Antonio de los Congregados (S.XVIII), y frente a ella toparemos con la famosa Estación de San Bento (S.IX - construida sobre los restos del antiguo convento de San Bento del Ave María, conservando ese aire melancólico y antiguo que caracteriza la ciudad de Oporto con más de 20.000 azulejos en los que se retrata la historia de Portugal).
Nuestro destino final esa tarde sería el Muro de las Cubiertas de la Ribera (abarrotado de turistas), paseando por el Río Douro y con vistas al otro lado, a la zona de Vila Nova de Gaia. Pero antes de llegar a este destino final hicimos un alto en el camino para picotear y cenar algo en Tapas 65 (un sitio muy pequeño pero ideal para tomar unas tapitas – nosotros nos sentamos en la mini-mesa que tienen fuera viendo la gente pasar)
Esta noche decidimos descansar. Decidimos que no pondríamos el despertador.

MIÉRCOLES 26:
¡Buenos días con alegría! ¡Buenos días OPORTO!
Oporto es una ciudad que tiene tanto para ofrecer y enseñar que lo único que puedo deciros es que la disfrutéis y que os dejéis llevar por sus calles y su encanto. 
Esta mañana decidimos que iríamos directos al Mercado do Bolhao - aquí encontrareis puestecillos de pescado y carne, flores, artículos típicos como el corcho… y artículos para regalo (mucho más barato que los que podéis encontrar en las tiendecillas del centro – se admite “regateo”). Al salir de este tuvimos la gran suerte de toparnos con un dúo musical (padre e hija) de lo más peculiar ¡Qué divertido!
Justo al lado de este mercado tenéis la Capela das Almas (S.XVIII – fachada de azulejos azules y blancos) y la Calle de Santa Catarina. Una calle totalmente comercial repleta de tiendas de moda, la cual alberga el famoso Café Majestic. Si seguís bajando por esta misma calle llegareis a la Iglesia de Sto Ildefonso (S.XVIII – fachada de azulejos azules y blancos) en la Praça da Batalha.
Muy cerca de donde estábamos, dimos a parar a una estrecha calle - a la calle Cimo de Vila - donde hicimos todo un descubrimiento: la Iglesia da Ordem do Terço (de la segunda mitad del S.XVIII – fachada de azulejos azules y blancos – la Virgen que en ella se encuentra es una de las imágenes más veneradas en Oporto).
Si a estas alturas se os abre el apetito os recomiendo Tapabento –Restaurante & Tapas Bar, lo tenéis muy cerca. No hay nada como almorzar y pegarse una siesta para reponer fuerzas.
Una vez que ya habíamos descansado bajamos hasta la Iglesia das Carmelitas (S.XVII) y la Iglesia do Carmo (S.XVIII). Algo muy peculiar es que una está pegada a la otra, aunque se vea un edificio son dos. De ahí fuimos directos a la Livraria Lello (Un oasis para los amantes de los libros. Es considerada una de las librerías más bonitas de Europa. De visita obligada). Y ya que estábamos nos paramos en la Iglesia y Torre de los Clérigos (S.XVIII – En 1910 fue nombrado Monumento Nacional – Si la visitáis subid hasta el punto más alto de la Torre, os ofrece una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad).
Al salir de esta bonita Iglesia empezamos a escuchar música proveniente de la Plaça de Lisboa. Allí que fuimos. Cambiando el chip cultural por el de ocio. Nos zambullimos de lleno en el meollo: personas, cervezas y vinos, música con mucho rollo, el atardecer y él. ¡Qué me gustó ese miércoles tarde! ¡Qué bonito es dejarse llevar!

Para cenar elegimos el Restaurante Páteo das Flores Wine Bar– recomendado 😊


JUEVES 27:
¿Qué hacemos hoy por la mañana? ¿Y si vamos a conocer Gaia? Allá que fuimos.
Antes de nada deciros que si decidís ir en coche id con tiempo. Lo nuestro fue una odisea para aparcar: subimos, bajamos y al final decidimos esperar cerca de una hora para poder entrar en el único parking que hay en la entrada.
Nada más aparcar fuimos andando cuesta arriba para obtener unas maravillosas vistas de Oporto y de las casas coloridas del Muro dos Cobertos da Ribeira. Al bajar dimos un paseíto por el paseo marítimo buscando un par de bodegas que nos habían recomendado: A. Ramos Pinto y Sandeman.



Recomendación: si podéis evitar almorzar por los restaurantes del paseo marítimo de Gaia mejor que mejor. Son una autentica turistada.
Antes de volver a Oporto podríais subir a visitar el Monasterio da Serra do Pilar y su gran claustro circular (Forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Es una réplica de la Iglesia María Redonda de Roma. Frente a la Iglesia encontraréis un mirador desde el que se puede observar la ciudad de Oporto y el río Duero en todo su esplendor. ¡Qué bonito un atardecer allí!).
La tarde nos la tomamos con más calma. Andamos más lento y disfrutamos de nuestro paseo sin mapas. Donde el viento nos llevara.
Dimos a parar, saliendo de los límites del mapa turístico, a la Iglesia da Lapa (Se empezó a construir en el S.XVIII, de estilo neoclásico. En ella se encuentra, bajo custodia, el corazón del rey Pedro IV). De ahí anduvimos hasta llegar a la Plaça da República, una plaza ajardinada, pequeña pero con encanto. Seguimos por la Rua dos Mártires da Liberdade. Y entonces me enamoré. No por la calle sino por las tiendas que en ella habitan: de antigüedades. Concretamente de la tienda Máquina de Otros Tempos – Yo y mi pasión por las cámaras antiguas, por las cámaras analógicas. Enlazamos con la Rua de Conceiçao, en ella encontrareis una tienda de ropa de segunda mano con mucho rollo, se llama Mon père vintageshop. Y si a estas alturas ya estáis un poco cansadetes de dar vueltas os invitaría a que bajarais por la Rua das Oliveiras a tomaros unos vinos, unas cervezas o unos refrigerios al Bar Aduela, cerca de la Plaza de Carlos Alberto.
Para despedir Oporto nos pegamos un señor homenaje en el RestauranteTapabento Trindade. Más que recomendado😊. No olvidéis de reservar.
VIERNES 28:
¡Pon el GPS!    ¿Dirección?    ¡AVEIRO!
Aveiro o como muchos otros la conocen la Venecia portuguesa. Como podéis deducir es un sitio muy pequeñito lleno de canales y mucho turista. He de decir que en una mañana la tenéis más que vista, por eso de si queréis ir a echar el día, no tenéis por qué hacer noche. Sinceramente me esperaba mucho más, me decepcionó un poco.

NOTA: Entre paseo y paseo por los canales descubrí una “Concept Store Gallery” muy cuqui que se llama Cais à Porta. Os recomiendo que os paséis. Mola mucho.
Al mediodía ya habíamos más que visto Aveiro así que indagamos qué sitios había cerca para hacer SURF.
Nuestra primera parada sería CASA NOVA. Me encantó, no solo por sus playas vírgenes sino por sus famosos “palheiros”. Es como entrar en un pueblo lleno de casas de caramelo, que por un lado está rodeado de una ría y por el otro de la playa. Aquí paramos un par de horas a surfear hasta que el mar se picó.
Nuestra segunda y última parada BARRA. Este pueblo es más feote, pero también cuenta con playas para hacer surf. Por un lado está la playa frente al faro que es más calmada a causa de los espigones – está más protegida; y por otro lado las playas de Labrego y Barra para surfear.
A la vuelta a Aveiro y con el atardecer a nuestro lado paramos en las Salinas de Aveiro, súper bonito. Os recomiendo un paseo por esa zona.



SÁBADO 29:
¡Buenos días por la mañana! – Súper bostezo y salto de la cama.
Ya que salimos temprano decidimos que haríamos una parada en FÁTIMA. Nuestra visita sería especial ya que coincidió con el Año Jubilar por el Centenario de las Apariciones de la Virgen María. Impactante el sitio, pero aún más impactante la gran cantidad de peregrinos, promesas y devoción. Tuvo lugar una misa muy emotiva.
Cuando dimos por finalizada nuestra visita al Santuario de Fátima pusimos rumbo a lo que sería nuestra última parada: PENICHE, BALEAL y FERREL. Aquí nos quedamos hasta el lunes: estancia de sol y playa, surf, fiesta chill-out y muy buen rollo.
Os dejo a continuación un par de mapas con las playas surferas señaladas de los tres sitios citados arriba, para que en función del mar elijáis a donde ir. Eso sí, si solo queréis ir a tomar el sol evitaría las playas de Peniche ya que están saturadas de surfistas y turistas. 




 Mis playas favoritas sin lugar a dudas son las que están entre Baleal y Ferrel. Para acceder a ellas hay que coger un camino de tierra campo a través – Cuidadín con el coche. Otro punto a favor es que casi no ves a nadie, teniendo la playa prácticamente para ti sola.


En este punto no me quiero extender con el desarrollo de lo que hicimos. Creo que es fácil de adivinar 😝😂. Pero eso no quiere decir que os deje recomendado un par de sitios para almorzar/cenar:
  -Bracería Brasileira: Gauchão da Picanha. (Ferrel – No os olvidéis de Reservar).
  -Pizzeria horno de leña: FunkyDonkey Pizza (Ferrel – Sitio muy pequeño).
  -Unas cerves con mucho rollo/ver atardecer: Rooftop del Surfers Lodege (Peniche).

Texto y fotos by Marina Rosillo Otaño
Twitter: @MarinaRosillo
Instagram: @marroota


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